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Después de que el blog de Juan Pedro Crisol haya desaparecido de internet, ha aparecido un nuevo blog panfletario para mayor gloria de la pili Pseudoalcaldesa de Jerez. Pura bazofia propangandística de lo que se quiere llamar "pilarismo" y que habla ya de "antipilarismo". Nuevamente a la pili y sus escasísimos seguidores (todos ellos estómagos agradecidos) se les va la olla. Hablar de pilarismo como un movimiento político es una pretenciosidad que no responde a la realidad. Ni la pili tiene ideología alguna, y apenas cuenta con un puñado de seguidores que se cuentan con los dedos de una mano. Hablar de pilarismo es lo mismo que hablar del "pantojismo-ladrillismo" que quería imponer el más celebre de los inquilinos que ha tenido Alhaurín de la Torre: Julián Muñoz. Y es que Pilar y eso que se llama pilarismo es como eso, es decir, una suerte de mezcla de populismo chabacano, demagogia de república bananera, de operación de marketing sin ideología de izquierda donde las fotos de nuestra alcaldesa están hechas en un fondo de españa de pandereta. Canta María de la O, no se pierde un partido del Xerez CD, previo pago de la millonaria e inmoral subvención o se hecha una pataítas en los conciertos de flamenco durante las Fiestas de Otoño. Como en la página del PSOE no pueden hacer una vergonzosa y vergonzante propaganda de culto al pseudolíder, ya que el PSOE debe mostrar una imagen más o menos seria y además levantaría zarpullidos en la mayor parte de los integrantes del PSOE, se crean estos Blogs que causan verguenza ajena. Y esta vez el autor otro estómago agradecido quizás, ya que pocos son los que siguen y adulan a la pili, o quizás la propia pilar es la autora de este blog exaltador de su figura. Quien sabe si el nuevo asesor de campaña, Salvador León, es el autor de esta basura propagandística. ¿Ya lo ha enchufao la pili en el ayuntamiento? ¿Habrá escarmentao la pilar después de darle explicaciones a un juez? El hombre es el único animal que tropieza en la misma piedra, la Pilar Sánchez doscientas mil, cuestión de soberbia.